sábado, 7 de marzo de 2009

Si Marruecos progresa económicamente, las Ciudad Autónomas de Melilla y Ceuta tienen que saber también como hacerlo.

Capítulo 1: “SEPAMOS COMO MARRUECOS SE VE A SI MISMO Y CUALES SON SUS PROYECTOS”
Una nación debe saber dónde empieza y dónde acaba sus límites fronterizos desde el punto de vista político, pero entendemos que desde el punto de vista económico esta premisa no es absoluta y este es el caso de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta. Durante largo tiempo la frontera sur de España no estaba delimitada ya que solo se contaba con servicios de vigilancia y aduaneros en una parte de la frontera, la española[1].

Actualmente en estas ciudades existe un marcado sentimiento fronterizo y se manifiesta desde tres puntos de vistas diferentes: desde el punto de vista político con la condición de separación (demarcación) incrementada por el no reconocimiento de la españolidad de estos territorios por parte de Marruecos; desde el punto de vista social como cierta separación en dos culturas, dos religiones y dos formas de entender la vida (diferenciación) aumentada en los últimos años por el llamado efecto “saltar la valla”; pero en tercer lugar y desde el punto de vista económico son territorios unidos por el beneficio del comercio de bienes y servicios (conexión) y este es el pilar fundamental donde se sustenta el papel que las ciudades autónomas aportan al proyecto denominado “Unión por el Mediterráneo” (UPM proyecto de asociación que releva al Proceso de Barcelona).

Es fundamental para Melilla y Ceuta saber cómo Marruecos se ve así mismo y cuáles son sus proyectos de futuro, para intentar aportar lo que podamos en su desarrollo. Para ello y promovido por su Rey, realizaron un proyecto colectivo de estudio[2] retrospectivo sobre el desarrollo del país en los 50 años de independencia y sus perspectivas para los próximos 20 años.

Necesidades que tendrá Marruecos en su Plan 2005-2025

A modo de resumen podemos decir que Marruecos actualmente atraviesa una etapa histórica de cuestionamientos profundos, de renovación del proyecto nacional y de aceleración del ritmo de desarrollo del país con múltiples procesos de transición:
Democráticos y políticos, con reformas importantes encaminadas a profundizar y acelerar el proceso democrático y a establecer la primacía del derecho, con la lucha contra la corrupción que amenaza la política iniciada de “rendir cuentas”.
Demográficos y sociales, con reformas educativas, sanitarias, de vivienda y de modernización del mundo rural.
Económicos, poniendo rumbo a la integración en la economía mundial y a la apertura comercial.

De todo ellos podemos destacar que:
· El pueblo marroquí permanece profundamente atado a sus raíces. La población del país ha integrado socialmente la gran diversidad existente entre los Imazighen (bereberes), árabes, judíos, andaluces y africanos que han podido desarrollar una conciencia de pertenencia común y coexistir con las diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas, creando en común la Historia de Marruecos.
· Marruecos conoció un crecimiento demográfico elevado que se está estabilizando. La esperanza de vida ha pasado de 47 años en 1962 a 71 años en 2004, la fecundidad ha disminuido de 7 hijos por mujer en 1962 a 2,5 en 2004. La evolución ha afectado a la movilidad social del campo a las ciudades.
· Muchos marroquíes cultivan el dualismo de alternar valores, actitudes y comportamientos ultra conservadores con otros modernistas en exceso, según los momentos y los medios en los que actúan y según sus intereses.
· La diáspora marroquí está contribuyendo a la economía nacional no solo por la trasferencia de divisas sino también por el aprendizaje profesional y tecnológico.
· La mujer marroquí, gracias a la reforma del Código de la familia y del Código de Nacionalidad, ha podido iniciar el proceso de igualación de oportunidades.
· Los jóvenes debido a la mala formación, el paro y las diferentes formas de precariedad provocan respuestas desesperadas de expatriación.
· Marruecos está en un proceso, lento pero real, de desarrollo institucional y político con el objetivo de edificar un Estado moderno mediante una transición democrática, no sin dificultades, marcadas por las revisiones constitucionales de 1992 y 1996, la creación del Consejo de Consulta de los Derechos Humanos en 1990, la mejora de la transparencia en las consultas electorales, el acceso a la oposición particularmente de izquierdas en el gobierno en 1998, la creación de una Comisión Independiente de Indemnización a las víctimas de los derechos humanos, entre otras.
· Marruecos busca un modo de gobierno de descentralización territorial, tanto público como privado, que responda más a una voluntad de adaptación de la gestión pública que a una voluntad de encuadre político.
· Se está luchando contra los déficit de servicios y equipamientos básicos: tendidos eléctricos y abastecimiento de agua potable aún muy lejos de estar generalizados; grandes presas que den seguridad hidráulica en un contexto de sequia recurrente; prioridad a la lucha contra el retraso en materia de educación y alfabetización que repercuten negativamente en todos los ámbitos de la vida social, política y económica (situación injusta de las mujeres, disfunciones de la democracia, plaga de paro y falta de competitividad de la economía); el sistema de salud pública se enfrenta a una insuficiencia de medios financieros que fortalezca el Seguro de Enfermedad Obligatorio, condicionado por la persistencia de niveles de pobreza.
· La economía nacional está buscando una orientación liberal, pero mantiene una intervención fuerte del Estado. Los acuerdos económicos de libre comercio entre Marruecos y la UE por un lado y con los Estados Unidos por otro, intentan liberalizar su economía y acercarla a los circuitos comerciales mundiales. Las obras de la transición económica son numerosas y diversas: infraestructuras (Tanger-Med, red de autopistas, etc.), proyectos turísticos (Plan Azur), nueva política industrial y nivelación de la empresa marroquí (Carta de las Pymes, Estrategias de nivelación, Plan Emergencia, etc.), consolidación de los equilibrios macroeconómicos (liquidación del endeudamiento exterior), reformas reglamentarias y administrativas que afectan a diversos sectores de la economía (Código del trabajo, sector financiero, fiscal, etc.) e implantación de un marco mejor para la inversión (Fondos Hassan II para el Desarrollo Económico y Social, Centros Regionales de Inversión).
Pero aún así, está muy lejos de sus potencialidades económicas debido a que el sector agrícola tiene dificultades por: falta de agua, tecnologías obsoletas, régimen de explotaciones exiguas y con viejas prácticas culturales, superficie cultivada y bosques afectadas por la erosión, desertificación, incendios, abuso de los pastos, excesiva recogida de madera, expansión urbana irracional y la especulación. El sector empresarial tiene acceso difícil a los créditos, tipos de interés elevados, complicaciones hipotecarias, lentitud de la administración e incertidumbres judiciales. Los productos y servicios ofrecidos se ven aún afectados por deficiencias en las normas de calidad, escasa competitividad externa y una vulnerabilidad a la coyuntura internacional, baja productividad por poca mano de obra cualificada. El mercado interior sigue siendo exiguo, echando en parte la culpa al comercio de contrabando. El peso de la factura energética de Marruecos es considerable y el consumo medio de energía por habitante resulta inferior que países de nivel comparable.
Aunque se han conseguido logros en el control de la inflación y en equilibrios macroeconómicos, continúa teniendo crecimientos muy moderados en su PIB al tener excesiva dependencia de su sector agrícola y sin despegar en el resto de sectores económicos, lo que propicia un paro de masas
· Es imprescindible una adecuación del territorio con un enfoque que vaya más allá de reparar los desequilibrios territoriales del litoral con el interior o de lo urbano con lo rural. Casi el 40% de la riqueza nacional se concentra en el 1% del territorio.

a) Escenario regresivo para el Marruecos del 2025

Si Marruecos no es capaz de superar los retos marcados se encontraría con:
• Una agravación de las insuficiencias inherentes al sistema de gobierno, que podrían trabar los avances democráticos y perjudicar los procesos de desarrollo.
• Una enseñanza primaria generalizada que no hace frente a los problemas de calidad y rendimiento, la enseñanza secundaria continuaría excluyendo a más de un tercio de los jóvenes, su índice de analfabetismo sería del orden del 20% y los recursos humanos serían insuficientemente cualificados para hacer frente a los desafíos de la globalización.
• Un acceso desigual a la sanidad a causa de la pobreza y la marginación de grandes núcleos de población, a pesar de los eventuales progresos en materia de cobertura médica, reducción de índices de mortalidad materna e infantil y del retroceso de algunas enfermedades contagiosas, que se agravarían con el problema del envejecimiento de la población.
• Una economía poco competitiva cuyo ritmo de crecimiento insuficiente engendraría un índice de paro superior al 20% e incremento y extensión de la pobreza.
• Una degradación de los recursos naturales que podría incluso acelerarse por una presión demográfica creciente y por una gestión inadecuada, una situación de penuria de agua y sus superficies vegetales podrían verse reducidas de un modo importante.
• La debilitación del sector agrícola intensificaría el éxodo rural aumentado el desarrollo anárquico de las ciudades y sus periferias y ejercería una fuerte presión sobre el mercado laboral.

b) El Marruecos deseable

La evolución del proyecto europeo y la globalización tienen que tener una incidencia importante sobre el Magreb (con la liberalización de los flujos comerciales y financieros) donde Marruecos deberá buscar, con sus vecinos europeos y especialmente con España, respuestas estructurales a los problemas enunciados, más allá del tratamiento humano indispensable y es ahí donde las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta tienen que tener protagonismo ya que puede tener influencias positivas en paliar todos los riesgos anteriormente descritos.
· La política de descentralización emprendida por Marruecos ayudará al desarrollo económico con nuevas infraestructuras (Puerto de Tanger-Med, Zona franca logística y de exportación intraportuaria de Beni-Enzar, Parque industrial de Selouane, la vía férrea Nador-Taourirt, autovía norte de Marruecos la Rocade Mediterranéenne, aeropuerto de Nador-Arouit) turístico ( Resort Mediterrania Saidia, Marina El Kallat), sanitario y medio ambiental de la Región Oriental[3] y de la Península Tingitana que intentan ser polos de atracción para los capitales y las inversiones extranjeras.
· La UE debe incrementar sus ayudas directas en la fase de construcción y reconstrucción de infraestructuras y de revitalización de los recursos humanos, ya que no se han materializado las promesas que apuntaban a que las reformas económicas en el sur del Mediterráneo, conducirían a un incremento de la inversión extranjera directa[4], que a su vez promovería la creación de puestos de trabajo. El papel de España y Francia tienen que ir unidos teniendo en cuenta que ambas naciones son el primer y segundo proveedor y cliente de Marruecos, pero si se añadieran las cifras generadas por el comercio informal que se realiza a través de Ceuta y Melilla, España desplazaría a Francia de la posición de primer proveedor[5]
· Una reorientación de las políticas del agua y la energía.
· Prevenir económica, urbanística y medioambientalmente que en el 2025 vivirán en las ciudades 7 de cada 10 marroquíes.
· Marruecos debería posicionarse como actor regional ineludible en el proyecto de edificación de una zona de paz, estabilidad y prosperidad en el Mediterráneo.
· Reinventar la escuela es un desafío importante ante la sociedad del saber que debe disponer de instrumentos tecnológicos y una formación profesional acorde a las necesidades de progreso.
· Aunque políticamente no cejen en su empeño de reclamar Melilla y Ceuta, la realidad sea que reconozcan que económica y socialmente estas han contribuido y mucho al desarrollo de amplias zonas desfavorecidas del norte de Marruecos.


[1] En cierto modo esta apreciación tenía razón cuando en el colegio aprendíamos y recitábamos de memoria que: “España limita al norte con el Mar … y al sur con el Estrecho de Gibraltar”.[2] Informe sobre «50 años de desarrollo humano en Marruecos y perspectivas para 2025»[3] Monographie Économique de Nador. Cambre de Commerce de Nador. 2004.[4] Los países del sur del Mediterráneo han tenido dificultades para atraer a los inversores privados porque carecen de ventajas comparativas más allá de las industrias del petróleo y el gas. Los factores que desalientan a los inversores son la falta de transparencia y de responsabilidad pública, una infraestructura física y virtual poco adecuada, un nivel insuficiente de formación y mano de obra cualificada y las reducidas dimensiones de los mercados nacionales.[5] Jesús A. Núñez: Las relaciones de la UE con sus vecinos mediterráneos, Enciclopedia del Mediterráneo, Icaria, 2005.


web miguel angel pérez castro www.ugr.es/local/pcastro/index.htm

http://www.falternativas.org/opex/documentos/memorandos/memorando-opex-n1-116-2009-el-futuro-economico-de-las-ciudades-autonomas-espanolas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BOICOT MARRUECOS, BOICOT 611

LISTAS DE EMPRESAS QUE ROBAN LOS RECURSOS NATURALES DEL SÁHARA OCCIDENTAL EN COMPLICIDAD CON EL RÉGIMEN MARROQUÍ:

http://WWW.WSRW.ORG

Anónimo dijo...

Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

- David