Ceuta pedirá el ingreso en la unión aduanera para afianzarse ante Rabat La iniciativa, coordinada con Melilla, generará tensiones con MarruecosEl Pais. IGNACIO CEMBRERO - Madrid - 10/01/2008
Ceuta ha iniciado la andadura para solicitar su ingreso en la unión aduanera y cambiar así de modelo económico, afianzar su estatuto ante Rabat y tratar de convertir su frontera en una aduana comercial entre la Unión Europea y Marruecos. Lo hará coordinándose con Melilla.
El plan aumentará las posibilidades de negocio, según un informe la iniciativa ceutí, que deberá tramitar el Gobierno en Bruselas, acarreará nuevas tensiones con Marruecos porque fortalece no sólo el carácter español sino el europeo de una ciudad que Rabat considera "ocupada". La primera visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla llevó, en noviembre, al rey Mohamed VI a retirar durante dos meses su embajador en Madrid. Éste regresó ayer a su puesto en España.
La unión aduanera, uno de los pilares de la UE, es un área de libre comercio cuyos miembros unifican su política comercial y establecen una tarifa exterior común. Ceuta, Melilla y Canarias pidieron en 1986 ser excluidas de esta zona para conservar sus privilegios fiscales y arancelarios, aunque el archipiélago cambió de parecer en 1991.
El instrumento que va a dar pie a las autoridades ceutíes para pronunciarse abiertamente a favor del ingreso es un informe, por ahora secreto, de 500 páginas: Ventajas e inconvenientes de una posible integración de Ceuta en la unión aduanera.
Una enmienda a los Presupuestos Generales de 2007 encargó su elaboración, aunque luego fue la Cámara de Comercio ceutí la que encargó su redacción a un equipo coordinado por Joaquín Aranda, catedrático de la Universidad de Murcia. El Ministerio de Industria lo sufragó con 120.000 euros. El documento fue entregado el 28 de diciembre a la Secretaría de Estado de Comercio. Pese a haber sido solicitado por las Cortes, la Administración central lo colocó bajo llave a causa, probablemente, de sus implicaciones políticas.
Cuando, por fin, se haga público, el presidente de Ceuta, Juan Vivas; el presidente de la Cámara de Comercio, Luis Moreno, y otros responsables locales se pronunciarán a favor de la incorporación de la ciudad -junto con Melilla- en la unión aduanera.
El estudio de Aranda, al que ha tenido acceso este periódico, propugna, con matices, el ingreso de Ceuta en la unión aduanera por tratarse de una "oportunidad" para "evolucionar hacia un nuevo modelo económico" tanto más necesario cuanto que Rabat desmantelará en 2012 sus últimos aranceles con la UE.
Cuando llegue ese momento, Ceuta "debe tener una alternativa prevista", declaró Juan Vivas justo antes de conocer el informe. "Apoyaremos el análisis y las conclusiones que se extraigan de él", añadió. "Las trasladaremos al Gobierno de la nación y a las instancias comunitarias". "Es probable que sea más beneficioso estar dentro que fuera de la unión aduanera", comentó el pasado diciembre Luis Moreno.
Joaquín Aranda señala que el ejemplo a seguir es el de Canarias, que hace 17 años se apuntó a la unión aduanera manteniendo buena parte de sus privilegios. "Existe un muy importante paralelismo", recalca el estudio.
Además de las económicas, el ingreso de ambas ciudades tendría también consecuencias políticas. "Sería un impulso al estatuto actual de la ciudad como territorio comunitario, que la conformaría como frontera sur de la UE", sostiene el informe. "Introduciría dosis de confianza en el futuro y daría pie a la aparición de nuevas oportunidades de negocio y a la posibilidad de que se plantearan planes de negocio a largo plazo (...)".
El alta en la unión aduanera, prosigue, "contribuiría, y no poco, a eliminar las múltiples incertidumbres, reales o no, (...) pero permanentes que rodean a la ciudad de Ceuta y, sobre todo, en relación con las continuas reivindicaciones de Marruecos". Rabat, reconoce, "no aceptaría fácilmente y sin compensaciones esta nueva situación".
En Melilla, la reflexión no está tan avanzada como en Ceuta, aunque los expertos que elaboran el nuevo plan estratégico no tienen dudas. "En un futuro no muy lejano, la ciudad debe sumarse a la unión aduanera", asegura Miguel Ángel Pérez Castro, profesor de Economía en el campus melillense de la Universidad de Granada.
Cuando Ceuta y Melilla pidan al Gobierno su ingreso, éste se verá obligado a tramitarlo. Aunque acarree tensiones con Rabat, supone una mejora para las ciudades y difícilmente podrá negarles lo que peleó con éxito para Canarias en 1991. Logró salvaguardar gran parte de sus ventajas fiscales y subvenciones.
A instancias de España, la Comisión Europea deberá entonces elevar una propuesta al Consejo de Ministros de la UE. La modificación del estatuto de Ceuta y Melilla requiere ser aprobada por la unanimidad de los Estados miembros.
Documento elaborado para el Instituto de Estudios Fiscales
Ceuta ha iniciado la andadura para solicitar su ingreso en la unión aduanera y cambiar así de modelo económico, afianzar su estatuto ante Rabat y tratar de convertir su frontera en una aduana comercial entre la Unión Europea y Marruecos. Lo hará coordinándose con Melilla.
El plan aumentará las posibilidades de negocio, según un informe la iniciativa ceutí, que deberá tramitar el Gobierno en Bruselas, acarreará nuevas tensiones con Marruecos porque fortalece no sólo el carácter español sino el europeo de una ciudad que Rabat considera "ocupada". La primera visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla llevó, en noviembre, al rey Mohamed VI a retirar durante dos meses su embajador en Madrid. Éste regresó ayer a su puesto en España.
La unión aduanera, uno de los pilares de la UE, es un área de libre comercio cuyos miembros unifican su política comercial y establecen una tarifa exterior común. Ceuta, Melilla y Canarias pidieron en 1986 ser excluidas de esta zona para conservar sus privilegios fiscales y arancelarios, aunque el archipiélago cambió de parecer en 1991.
El instrumento que va a dar pie a las autoridades ceutíes para pronunciarse abiertamente a favor del ingreso es un informe, por ahora secreto, de 500 páginas: Ventajas e inconvenientes de una posible integración de Ceuta en la unión aduanera.
Una enmienda a los Presupuestos Generales de 2007 encargó su elaboración, aunque luego fue la Cámara de Comercio ceutí la que encargó su redacción a un equipo coordinado por Joaquín Aranda, catedrático de la Universidad de Murcia. El Ministerio de Industria lo sufragó con 120.000 euros. El documento fue entregado el 28 de diciembre a la Secretaría de Estado de Comercio. Pese a haber sido solicitado por las Cortes, la Administración central lo colocó bajo llave a causa, probablemente, de sus implicaciones políticas.
Cuando, por fin, se haga público, el presidente de Ceuta, Juan Vivas; el presidente de la Cámara de Comercio, Luis Moreno, y otros responsables locales se pronunciarán a favor de la incorporación de la ciudad -junto con Melilla- en la unión aduanera.
El estudio de Aranda, al que ha tenido acceso este periódico, propugna, con matices, el ingreso de Ceuta en la unión aduanera por tratarse de una "oportunidad" para "evolucionar hacia un nuevo modelo económico" tanto más necesario cuanto que Rabat desmantelará en 2012 sus últimos aranceles con la UE.
Cuando llegue ese momento, Ceuta "debe tener una alternativa prevista", declaró Juan Vivas justo antes de conocer el informe. "Apoyaremos el análisis y las conclusiones que se extraigan de él", añadió. "Las trasladaremos al Gobierno de la nación y a las instancias comunitarias". "Es probable que sea más beneficioso estar dentro que fuera de la unión aduanera", comentó el pasado diciembre Luis Moreno.
Joaquín Aranda señala que el ejemplo a seguir es el de Canarias, que hace 17 años se apuntó a la unión aduanera manteniendo buena parte de sus privilegios. "Existe un muy importante paralelismo", recalca el estudio.
Además de las económicas, el ingreso de ambas ciudades tendría también consecuencias políticas. "Sería un impulso al estatuto actual de la ciudad como territorio comunitario, que la conformaría como frontera sur de la UE", sostiene el informe. "Introduciría dosis de confianza en el futuro y daría pie a la aparición de nuevas oportunidades de negocio y a la posibilidad de que se plantearan planes de negocio a largo plazo (...)".
El alta en la unión aduanera, prosigue, "contribuiría, y no poco, a eliminar las múltiples incertidumbres, reales o no, (...) pero permanentes que rodean a la ciudad de Ceuta y, sobre todo, en relación con las continuas reivindicaciones de Marruecos". Rabat, reconoce, "no aceptaría fácilmente y sin compensaciones esta nueva situación".
En Melilla, la reflexión no está tan avanzada como en Ceuta, aunque los expertos que elaboran el nuevo plan estratégico no tienen dudas. "En un futuro no muy lejano, la ciudad debe sumarse a la unión aduanera", asegura Miguel Ángel Pérez Castro, profesor de Economía en el campus melillense de la Universidad de Granada.
Cuando Ceuta y Melilla pidan al Gobierno su ingreso, éste se verá obligado a tramitarlo. Aunque acarree tensiones con Rabat, supone una mejora para las ciudades y difícilmente podrá negarles lo que peleó con éxito para Canarias en 1991. Logró salvaguardar gran parte de sus ventajas fiscales y subvenciones.
A instancias de España, la Comisión Europea deberá entonces elevar una propuesta al Consejo de Ministros de la UE. La modificación del estatuto de Ceuta y Melilla requiere ser aprobada por la unanimidad de los Estados miembros.
Documento elaborado para el Instituto de Estudios Fiscales
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